La cancha

Terminó el invicto en el estadio Rodrigo Paz Delgado

Terminó el invicto en el Rodrigo Paz Delgado. Liga de Quito perdió en casa ante Barcelona después de dos décadas. Los toreros se impusieron 1-0 con de Christian Ortiz .

Y un día tenia que pasar. Se terminaron los cuentos y anécdotas y estadísticas de un invicto histórico. Barcelona rompió el maleficio teniendo poco el balón y haciendo muy poco por quedarse con el partido.

Se habló durante toda la semana del partido entre Liga de Quito y Barcelona. Los toreros recordaron las veces que estuvieron cerca de ganar en el estadio Rodrigo Paz y los albos la superioridad que tienen desde 1997. La previa hizo de este cotejo algo especial.

La dirigencia anunciaba que no habría hinchada visitante, pero en las gradas se vieron lunares amarillos. Para ellos hubo un ambiente hostil. Los pocos que fueron reconocidos sufrieron insultos, silbidos y el clásico ¡AFUERA, AFUERA!

En la cancha el ambiente era distinto y terminó siendo algo sorpresivo en el primer tiempo. Liga, que jugó mejor y gozó de más oportunidades de anotar, se fue con el marcador en contra.

Barcelona abrió la cuenta con un autogol de José Angulo, quien en los primeros 45 minutos había demostrado sus ganas de anotar. Incluso le anularon un gol por fuera de juego. Al final, el tanto le hicieron válido a Ortiz.

Lo cierto es que este duelo, que con el tiempo se ha ganado un espacio dentro de los partidos más importantes de nuestro fútbol, tuvo emociones para todos los gustos. La ‘U’ siempre combativa presionó el acelerador ante un rival cauto y temeroso.

Barcelona salió a la cancha a aguantar y a jugar al contragolpe. Por momentos hubo lucidez y tuvo a Damián Díaz como su generador de juego. Liga, por su parte, gozó del balón, pero no de la suerte. Ricardo Adé, Ezequiel Piovi, Lionel Quiñonez, Angulo y Lizandro Alzugaray tuvieron su oportunidad, pero el golero Javier Burrai estuvo pletórico para evitar el grito de celebración de los locales.

El tanto torero llegó al último minuto del primer tiempo. Un tiro de esquina de Christian Ortiz buen cerrado al primer palo del arco de Alexander Dominguez fue desviado por Angulo y terminó al fondo de las redes.

El Segundo tiempo tuvo menos intensidad y estuvo marcado por las pausas de juego. Faltas, simulaciones y pelota detenida fueron el ingrediente ideal para desesperar a todo un estadio que se desesperó. El reloj jugaba en contra y eso se sentía en las gradas. Tanto, que incluso hubo dos botellazos a la cancha que fueron advertidas por el comisario y el cuarto árbitro.

En el terreno de juego Liga no bajo los brazos. Lo buscó y lo intentó con todo. Cabezazos, remates y jugadas colectivas. Pero Burrai se hizo presente. Detuvo de todo y también quemó tiempo. En cada pelota agarrada se botó al piso para ganar unos segundos. Eso le valió una tarjeta amarilla.

Los últimos minutos fueron de suspenso. Parte por lo que sucedía en la cancha y parte por lo que habían los hinchas de Liga. Un puñado de aficionados se subió a las mallas y el juego se paralizó. Fue prueba de una desesperación y disgusto por haber perdido un histórico invicto, que ahora pasará a ser anécdota.

El nerviosismo se sintió en la cancha. Los jugadores terminaron enfrentados y golpeándose. Eso generó que se detuviera el cotejo más tiempo y que la agonía de las gradas se prolongue.

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