El entrenador Félix Sánchez Bas se amolda al estilo del futbolista ecuatoriano. El técnico español, de 47 años, sonríe poco en las concentraciones de la Casa de la Selección, en Quito. En las prácticas de la Tri es un apasionado por repetir las jugadas explicando a cada jugador la importancia de terminar bien cada acción. Le gusta tener conversaciones con los jugadores en su oficina en privado. Vive en la zona de los Valles y hace ejercicio todas las mañana. Cuenta que corre entre 10 y 15 kilómetros.
Sin embargo, el principal enemigo en la primera concentración de la Tri, en el arranque de las eliminatorias sudamericanas, ha sido el tiempo para el técnico. Ejercitarse le ayuda a llevar la presión. Le faltaron días para implementar más cosas en la concentración. Ha debido ir conociendo uno a uno a los jugadores y con pocas actividades grupales de convivencia interna.
Antes del partido contra Uruguay, por la segunda fecha de la clasificatoria sudamericana, tuvo reuniones personalizadas con los seleccionados. Por ejemplo, con el volante Kendry Páez habló sobre su interpretación del juego en el medio campos 48 horas antes de la victoria ante la celeste. Allí fue el punto clave donde se convenció que el talento, de 16 años, sería titular en el arranque de eliminatorias como local.
Sánchez está aprendiendo muchas cosas nuevas de la cultura ecuatoriana. Le ha llamado mucho la atención, por ejemplo, que los jugadores disfrutan mucho de los tiempos libres después de los almuerzos y de las cenas. «Es un profesional que todo el tiempo está pendiente de cada detalle. Es muy puntual al inicio de las charlas tácticas. Exige muchísima concentración”, contó el propio Egas, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Sánchez Bas se ha mostrado contento con toda la infraestructura y las facilidades que tiene la Casa de la Selección. Sus asistentes parecen incansables y andan por los pasillos del recinto con computadoras en mano. Es un entrenador que siempre quiere informes con porcentajes claros. Es un técnico amigo de los datos y recopila videos permanentemente. Ha mirado una y otra vez los videos de los amistosos.
Es un convencido de la línea de tres defensas y cinco volantes que puede amoldarse fácilmente a cinco defensas y tres volantes. Aunque es un técnico de carácter fuerte trata de mostrarse dócil al momento de llamar la atención. Trata de acostumbrarse a la jerga ecuatoriana todavía tiene clichés españoles que trata de hacerse entender.
Uno de los integrantes del cuerpo técnico que ha tenido que ir aprendiendo palabras en español sobre la marcha es el preparador de goleros, Julius Büscher. Ha mejorado su español y alguien clave en ese proceso ha sido el propio Sánchez Bas. Ha sido un nexo con Hernán Galíndez, Alexander Domínguez y el golero Moisés Ramírez.
Como técnico europeo tiene una cualidad: quiere que todo funcione con precisión de reloj suizo. Ahora el técnico tendrá el reto de armar una nueva convocatoria para las fechas 3 y 4 de la clasificatoria. Ecuador jugará ante Bolivia, de visitante, y recibirá a Colombia, en Quito. Descontado los tres puntos negativos que tenía por penalización, ahora la urgencia es ganar para comenzar a pelear en puestos de clasificación al Mundial del 2026.
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