Facundo Martínez: ‘el jugador ecuatoriano está a la altura de cualquiera’. El capitán de Universidad Católica está convencido de esa sentencia. Lleva más de una década en el equipo. Ha visto desfilar jugadores y entrenadores. Conversa con La Cancha sobre su pasión por el juego, el momento de su equipo y la capacidad de los futbolistas del país. Un diálogo imperdible.
Tiene 37 años, pero sigue corriendo, presionando y ordenando. ¿Está en la plenitud de la carrera?
Siento que estoy en óptimas condiciones y que puedo serle útil al equipo. El jugador se va dando cuenta hasta cuándo podría jugar, si puede alargar la carrera. A diferencia de otras épocas se trabaja mucho en la regulación de cargas. Todo está vinculado a una idea, a un estilo de juego. A la preparación del partido.
Antes, cuando yo estaba en las inferiores, el lunes corrías 10 kilómetros, el martes hacías sentadillas. Hoy los profes no hacen trabajos de fondo, sino que hacen más énfasis en prevención de lesiones. Ahora tienes sicólogo, nutricionista. Todo cambió.
Pasó de ser un volante de armado, sin compromiso de marca, a acompañar al pivote (Kevin Minda) en la recuperación y construcción del juego. Incluso hay veces que lateraliza su posición, pero también presiona la salida del rival. ¿Cómo ha sido esa evolución?
Yo era enlace clásico, sin tanto sacrificio de marca. Era el último pase antes de la definición. Ahora apareció más el fútbol posicional y uno tiene que irle sumando conceptos y principios al juego. Retrasarse más para atraer al equipo rival y generar espacios en una zona más conveniente para el equipo.
Con este cuerpo técnico (Miguel Rondelli en Universidad Católica) y teniendo a Kevin Minda al lado, me vuelco a la izquierda para formar línea de tres y generar superioridades y lograr progresiones en la salida.
Tienen a un 9 como Christian Martínez Borja que entra y sale del área. ¿Cuánto les ayuda su movilidad?
El ‘Parce’ es muy importante cuando convierte y cuando no convierte goles. Genera descontroles en la zona rival, producto de su inteligencia para moverse. Es fundamental como entra y sale del área. También nos beneficia tener a Isma (Ismael Díaz), que tira muchas diagonales, es un extremo, que tiene mucho gol. No queremos volvernos un equipo monótono, no ser predecible.
En otra época teníamos a José Cifuentes que es un 9 clásico que no tiene la movilidad de Luis Amarilla, por ejemplo, que te tiraba diagonales. Con las características del plantel, el cuerpo técnico arma lo suyo.
Antes, cuando yo estaba en las inferiores, el lunes corrías 10 kilómetros, el martes hacías sentadillas. Hoy los profes no hacen trabajos de fondo, sino que hacen más énfasis en prevención de lesiones. Ahora tienes sicólogo, nutricionista. Todo cambió.
¿Qué mérito tiene Miguel Rondelli en la propuesta de juego?
Muchísimo. Lo conocíamos de las juveniles. Al inicio había gente que lo miraba con recelo, además se fueron jugadores del equipo y era todo un misterio. Pero el jugador se convence cuando, lo que se trabaja en la semana, sucede en el partido. Ahí el técnico se va ganando la aceptación del equipo. Los jugadores se volvieron más analíticos.
¿Por qué? ¿Por que hay más información? Les gusta más el juego a los futbolistas?
No sé si le interesa más el juego. Talvez más a la gente grande. Pero ahora hay gran cantidad de información durante la semana. Antes ibas con mucha menos información al partido, era más salvaje e intuitivo. Pero repito, cuando el jugador mira que lo que se entrenó se repite en los partidos, entonces surge el convencimiento.
La Secretaría Técnica es fundamental en la selección de jugadores en Universidad Católica. Nada queda al azar. ¿Cómo mira el jugador la incursión de la tecnología y el análisis en el fútbol?
Todo club debe tener una Secretaría Técnica. Hoy tienes las herramientas. Es muy difícil que puedas fallar en la contratación de un jugador: puedes ver cómo juega, de local, de visitante.
Este año llegaron jugadores de mercados poco conocidos, pero están destacando. Es muy difícil que Católica falle en un mercado de pases. Pasa lo mismo con Deportivo Cuenca, que trabaja muy bien con ‘Sari’ (Luis Saritama) a la cabeza.
¿Por qué Católica falla en los momentos claves?
Es una pregunta que nos hacen bastante seguido. A veces no sabemos manejar la presión y eso nos hizo, en ciertos partidos, no estar a la altura. No siempre se puede jugar lindo, hay veces que hay que priorizar el resultado. Pero, seguimos manteniendo nuestra idea de ser campeones.
¿Es raro ver a su amigo Hernán Galíndez con otra camiseta?
Es rarísimo. Como muchos jugadores dejan su huella y es raro verlo con otra camiseta. Él eligió volver al país en un año especial. Espero que pueda cumplir su sueño de ir al Mundial, pero cuando juegue contra Católica vamos a querer ganarle. Sin dudas.
A veces no sabemos manejar la presión y eso nos hizo, en ciertos partidos, no estar a la altura. No siempre se puede jugar lindo, hay veces que hay que priorizar el resultado
Cuando vea hacia atrás ¿Qué recordará del paso por Universidad Católica?
Cuando llego a La Armenia o cuando el club consigue ciertos objetivos, me emociono. Se renovó hace poco el vestuario, con lockers y fotos. Cuando llegúe en La Armenia solo había la tienda de la señora, no había gimnasio. No había casa club. No había un lugar fijo para entrenarse. Ahora tenemos GPS, máquinas buenas de gimnasio.
Se viene el Mundial. Ha compartido con muchos jugadores ecuatorianos. ¿Cuál es la reflexión del jugador local? ¿Qué tiene? ¿Qué le falta?
El jugador ecuatoriano está a la altura de cualquiera. Las diferencias tienen que ver con la pasión por el juego: falta querer ganar un futbol tenis, mejorar el cuidado personal, desde que cierta comida te va a dar más energía que la otra. Falta convencer, ajustar tuercas. En lo otro tienen hasta más potencia física, mayor fuerza, se lesionan menos. Hay que aprovechar y veo que cada vez más profesionales trabajan con las divisiones inferiores.
Van surgiendo más juveniles. Siempre les digo a mis compañeros: el día que se ajusten estas cosas vendrán menos extranjeros y jugarán más talentos de aquí.
¿Por qué siempre mira los partidos de los juveniles de Católica?
Desde que estaba en River Plate me gustaba ver otras categorías. Siento mucha identificación con Católica. Me gusta ver que un chiquito de la sub 13 que pesa 30 kilos encara a alguien mucho más fuerte que él. Me gusta muchísimo porque es por lo que el fútbol es un espectáculo. Ver como ese chico va creciendo y se acerca a Primera a mi me llena de orgullo.
¿Cuál es su plan de vida?
Siempre hay que tener un plan, hay que prepararse. Lo converso con mi esposa. Nos sentimos muy a gusto en el país. Aquí tuve mi oportunidad, me gustaría seguir ligado al fýtbol ecuatoriano y ayudar con el crecimiento del fútbol.
¿Como entrenador? ¿Como secretario técnico?
Hice el curso de entrenador, es algo que me apasiona. Pero también me apasiona la secretaría técnica, el estar con los juveniles. Todo eso me gusta y hay que prepararse. Cuando esté de ese lado hay que ayudarlo y hacerlos crecer. Lo que sí me veo es cercano al fútbol.
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